lunes, 13 de febrero de 2012

en la escritura de la casa
leo
que en el año mil ochocientos setenta y ocho
se autorizaba a dejar pasar un camino
para un carro tirado por caballos
que transportase agua
por el lugar donde ahora nos sentamos en verano
a tomar unos mates y
a mirar nuestro pedacito de cielo